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La música que une

Diego Drexler: una historia de encuentros y desencuentros con el músico Álvaro Caraballo. Un disco que al fin vió la luz.

Por Diego Drexler
Les quiero compartir una historia.

Corría el año 2009 y la vida me cruzó con un personaje increíble, imposible de encasillar, absolutamente maravilloso, virtuoso, multi-instrumentista, la primer persona que conocí que tenía realmente oído absoluto…

Llegué a él a través de Diego Viera y Pichón Crosta  (que por esos años formaban parte del equipo técnico de Cursi y que estaban grabando sus primeros temas que darían nacimiento a su banda Yogurth). 

Se llamaba Álvaro Caraballo, pero todos lo conocíamos como “El Gordo Caraballo”. Venía escapando de la Colonia Suiza, su padre, abuelo y bisabuelo habían sido pastores de la Iglesia Nueva Apostólica de Nueva Helvecia y él dirigía el coro de la Congregación de Cufré.

Llegó a Montevideo para iniciar su carrera musical, pasó por el melódico internacional (llegando a ganar junto a Valeria Lima el Primer Festival Latin Autor de la Canción en el año 2003). Luego se pasó al metal, transformándose en el frontman de la banda “Aplanadora” (rapado y con barba teñida de color naranja Dio era un poroto al lado de él), en el año 2008 grabó voces y acordeones en el disco de Cursi “Ventilar” y participó como invitado de Cursi en recitales multitudinarios del 2009 en la Rambla de Kibón de Montevideo y en el mítico Pilsen Rock de Durazno.

Fue en esos encuentros, ensayos, viajes que “El Gordo” me empezó a mostrar unas canciones increíbles, se estaba conectando con sus raíces y estaba componiendo unos tangos que me partieron la cabeza. Eran tangos pero tenían un lenguaje contemporáneo. La canción “Por MSN” fue la que me hizo decidirme a que había que grabar un disco, la canción “Caro la pianista” me emocionaba, todos los que estábamos alrededor  de “El Gordo” creíamos que era importante eso que se estaba gestando.

Yo estaba terminando el disco debut de Sebastián Jantos (Fui yo), donde me estrenaba como productor artístico y le propuse a Álvaro grabar un disco con esos tangos increíbles que tenía.

Fue así que en el “Estudio del Mariscal” (mi estudio anterior al actual “Estudio de las naranjas”) empezamos a grabar un disco con un criterio muy simple y directo, como si fuera un disco de tango en vivo, como se grababa antes, todo en vivo, en directo, todos los temas de principio a fin, sin grilla y en una única sesión.

Y así lo hicimos. “El gordo” metía las tomas de primera, las guitarras que en teoría eran guías terminaron siendo definitivas y todas las voces fueron en primera toma. Luego fuimos a Sondor y Álvaro grabó los pianos, también muy rápido (no más de dos tomas por canción).

Cuando estábamos bastante avanzados convocamos a Guzmán Mendaro para que pusiera su magia con sus guitarras en cuatro temas, luego Guzmán me contó (muchos años después) que esa fue su primer sesión de grabación de guitarras de tango en un disco. Luego vino Álvaro Barneche a grabar cellos, luego Jorge Nasser a cantar y a brindar una letra para la canción “hombre orquesta”, luego Toto Núñez que cantó en “Por MSN” y finalmente Javier Cardellino y Francisco Nasser participaron en la canción “Sigo con vos”.

El disco se grabó sin presupuesto, fue realizado íntegramente a pulmón y todo pintaba como que cosas importantes iban a pasar pero… en ese momento las vueltas de la vida, las situaciones imprevistas, lo inexplicable sucedió y “El Gordo” desapareció… recuerdo que un sello discográfico importante del medio quería editarlo y que hasta habían fijado día y hora para firmar el contrato de edición… pero… “El Gordo” nunca apareció.

Y así pasaron los días, meses, años… Álvaro había desaparecido, a veces tenía noticias, que estaba cantando en La Boca en Buenos Aires, que vivía en la periferia de Montevideo y cantaba en los bondis y finalmente que se había vuelto a Nueva Helvecia y estaba trabajando en una radio.

Mucho tiempo después (hace unos meses en este mismo 2022) lo vi en la televisión, en “Got Talent” dirigiendo un coro de Nueva Helvecia llamado “Coro Concordia” (uno de los coros más antiguos del Uruguay) y volvimos a retomar el contacto.

Empezamos a charlar por whatsapp, a mandarnos fotos, recuerdos de las grabaciones y nos propusimos sacar el disco, darlo a luz de una vez por todas y dar a conocer estas canciones que tanto nos emocionaron hace 13 años y tanto nos siguen emocionando hoy en día.

13 años, si 13! “Sigo con vos” estuvo guardado en una carpeta en un disco duro esperando ver la luz. Que número el 13!… muchos dicen que es un número de la mala suerte, pero para mí es de la buena suerte, así que 13 años después este disco sale a la luz y estamos muy contentos de poder estar compartiéndolo!

Ahora te pido que te tomes 30 minutos (el disco tiene 15 canciones pero son muy cortas y directas) para escucharlo.

Gracias!